viernes, 9 de junio de 2017

Entrevista a Jesús Carnerero

Gracias  Jesús por su tiempo y desearle que todo le vaya fenomenal.


   Entrevista:


1. ¿Cuándo te inicias en el mundo de la escritura?

Durante la adolescencia es cuando comienzo a escribir. Con regularidad, acabando las historias que empezaba, esforzándome por aprender a mejorar, todo eso vino más tarde, hace seis o siete años. Aunque si le pongo una fecha concreta diría que es a raíz de ganar un certamen literario, a partir de entonces no he parado; ese premio llegó en el momento justo, cuando necesitaba afianzar mi deseo de escribir, aparte de muchas cosas más, así que es de esas vivencias que parece que están establecidas de antemano por el azar o por el destino y a las que otorgas un significado casi místico.
 2. ¿Tienes tu rinconcito para escribir?

Me da un poco igual el lugar donde escribir. Hombre, me vendría genial una mesa despejada y un buen sillón, con una estantería repleta de libros cerquita para inspirarme, ya puestos, pero de momento no dispongo de estabilidad como para permitirme nada de eso. Bueno, tengo la mesa, que había quedado la respuesta como de dar penita.

3. ¿Escribes en silencio o con música de fondo?

Me importa más ese detalle que lo del sitio, fíjate. Escribo en silencio, y si puede ser que nadie me hable y que no haya ruido en la calle, mejor. De todos modos la práctica me ha brindado la capacidad de estar escribiendo con jaleo de fondo, era eso o renunciar. Otra cosa es que salgan textos decentes mientras te taladran la cabeza.
Hubo un tiempo en el que sí ponía música, que es algo vital para mí más allá de la influencia musical que pueda contener lo que escribo. La primera versión de mi primera novela, Un lobo como yo, salió tras escuchar hasta la saciedad el disco en directo de Quique González. Le debo muchísima inspiración.

4. ¿Escribes a mano o directamente en el ordenador?

Tomo notas a mano, esbozo líneas maestras, temas que quiero tratar, diálogos, etcétera, y también uso bastante la grabadora del móvil cuando no tengo a mano papel. Pero escribo a ordenador. Al principio, con la primera novela, lo hacía en libretas.

5. ¿Escribes de día o de noche?

Para haber sido siempre bastante nocturno, de un tiempo para acá he variado de hábitos y ya no escribo de noche. Vamos, es que ni lo intento. También he de admitir que por la noche salía cada cosa... A veces eran cosas aprovechables, pero en general daba miedo. El sueño, ya sabes.
Suelo escribir de día, a partir de media tarde paro y ya hasta el día siguiente.

6. ¿Planificas la novela antes de escribirla o dejas que fluya sobre la marcha?

Planifico. Según la novela lo hago mucho y muy intensamente o voy más relajado, igual apunto cuatro cosas pero tengo mil en la cabeza que curiosamente no olvido. Pero creo que hay que llevar hecha cierta planificación, claro, y ahí ya si quieres dejarte llevar, mejor sobre una base que hacerlo sin red.
Para la primera novela escribí alrededor de 100 páginas con toda clase de anotaciones, cosa de la que prescindí totalmente para la segunda, volví a recuperar para la tercera y modifiqué ligeramente para la cuarta, que al estar basada en un relato, y en un borrador, ya contaba con unos pilares sobre los que construir.
Me gusta improvisar pero teniendo claro todo lo que quiero contar.

7. Háblanos de tu libro/libros.

Desde octubre de 2014 para acá he autopublicado cuatro novelas. Las dos primeras son novelas negras a ritmo de rock: cada capítulo lleva el título de una canción, el mundo del rock está muy presente en la trama. Sus títulos son Un lobo como yo y Algún pecado raro.
La bruma fue mi tercera obra. Es un thriller psicológico con toques de ciencia ficción en la onda de Stephen King, que se sigue vendiendo y leyendo, todo un golpe de suerte, porque tampoco es que pueda presumir de haber tenido un éxito enorme, pero es la novela que más movimiento ha tenido. Y ahí sigue. Si con las dos anteriores me deleité y fui un poco más hedonista, con esta historia quería hablar acerca de la burbuja en la que creció mi generación, esa que llegado un buen día nos explotó en las narices, justo cuando se suponía que nos íbamos a comer el mundo, que íbamos a vivir mejor que nuestros padres, que íbamos a tener todo y más. La bruma va sobre la inutilidad de educar inútiles, hablando en plata.



En agosto del año pasado publiqué El grito de los murciélagos, mi novela más personal, un cambio de tercio, no sé si radical pero que me apetecía mucho llevar a cabo. Es una obra muy personal entre otras cosas porque hablo de la figura del autor independiente, del creador, de su día a día, de la forma en la que encara sus miedos, debilidades, su búsqueda de la inspiración. Y la forma en la que el mundo lo trata, que no es otra que atiborrándolo de soledad. También va de amistad, que bajo mi punto de vista de treintañero extremeño, es otro sinónimo de estar solo.



8. ¿Dónde los podemos adquirir?

Todas están disponibles en Amazon. https://goo.gl/BhGXFh

9. ¿Tienes nuevos proyectos?

Solo he sido dueño del 50% de mi vida desde que comenzó el año, no he podido hacer demasiado. Ahora parece que vuelvo a disfrutar de un poco de tiempo y libertad, por lo que ya estoy deseando ponerme a escribir. Tengo por ahí una historia desde hace tiempo, a ver si la sacamos para adelante. Si me veo muy negado recurriré a una que tengo escrita desde hace un par de años, y aquí no ha pasado nada.
Tengo varias ideas en mente, la verdad, de momento no me quejo porque me falte inspiración. Lo jodido es encontrar tiempo y tranquilidad para llevarlas al papel.

10. Dinos donde podemos seguirte


Y en Twitter soy @sharkasmo.

¡Mil gracias por la entrevista!














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